5 cosas que dañan el desarrollo de los niños en la actualidad

Hablamos con nuestra directora Edna Rhodes, reconocida especialista en desarrollo y quien además brinda asesoría a múltiples escuelas de nuestra localidad, ahora sobre los retos y desafíos que se están detectando en los niños de la actualidad.

Estos son las principales que, en su opinión experta, están afectando a la niñez, 5 cosas que dañan el desarrollo de los niños en la actualidad en la forma cómo los estamos educando.

 

  1. Uso indiscriminado de la tecnología

Actualmente, se le está dando a los niños acceso a tecnologías como celulares, ipadas (tabletas), computadoras principalmente con el fin de entretenerlos y mantenerlos ocupados.

Los niños están dejando de tener relaciones sociales, por estar ensimismados utilizando la tecnología.

Si bien es cierto, puedan aprender ciertas cosas y habilidades, lo que principalmente están desarrollando con videojuegos y aplicaciones es la coordinación ojo-mano, pero están dejando de desarrollar muchas otras habilidades que son esenciales en la niñez.

En Aprendde usamos tabletas y tecnología para reforzar algunos aspectos educativos con los niños de educación especial que tenemos y, sin duda, no calificamos que la tecnología en sí sea mala.

Sin embargo, hay una diferencia entre un uso paulatino, cuidado (según la edad), esporádico, profesional de ciertas herramientas al uso indiscriminado y acceso a tecnologías del entretenimiento que están dañando más a los niños.

 

  1. Falta de límites y estructura

Esto es cada vez más recurrente. Los niños están siendo creados como pequeños “reyes” o “emperadores”, y se están enviando a ellos los mensajes de que ellos están en control.

Aunque en ciudades como Monterrey hablamos todavía mucho de valores y de su importancia en la familia, etc. la realidad es que aun en sociedades como la nuestra, en la realidad nos estamos encontrando con mucha permisividad, falta de límites y estructura para los niños.

A los niños, incluso muy pequeños, se les toma como si ellos tomaran parte de decisiones importantes de los adultos, se les cuenta todo lo que está pasando en casa, sin filtros ni consideración a su nivel de procesamiento y madurez, hay mucha negociación con ellos, etc.

El resultado es que están creciendo sin límites y respeto por sus papás, los maestros, autoridades, etc. No les importan las normas porque han crecido como pequeños “reyes” que expresan su aprobación o desaprobación de todo.

No se trata de ser duros o autoritarios, pero sí de tener estructura básica en la familia, jerarquía, orden y disciplina. Esto da más confianza al crecimiento y desarrollo de los niños, ya que no pone en ellos cargas que injustamente aún no deben ni pueden llevar.

 

  1. Falta de responsabilidad y mal manejo de frustración y emociones

A muchos niños les está ensenando frecuentemente que el niño nunca tiene culpa o responsabilidad, que la culpa la tiene el maestro, el otro niño, etc.

Se le hace creer al niño que es merecedor de todo y este no empieza a tomar consecuencias de sus propios actos o acciones ni a hacer méritos para ganarse algo.  El niño aprende que es merecedor de todo y que los papás están para comprárselo.

Esto ocasiona frecuentemente que los niños aprendan a ser manipuladores. “Saben” que merecen algo y harán el chantaje o la manipulación necesaria para obtenerlo.

Al mismo tiempo, los niños actualmente tienen pocas responsabilidades asignadas en casa. Sin importar que esté chiquito (a), pueden ir teniendo responsabilidades a su cargo (desde cosas llevar su plato al fregadero, recoger sus juguetes, etc.).

Deben aprender que no todo el mundo está obligado a darles lo que quieran y que ellos también tienen que contribuir con sus responsabilidades.

En la actualidad, estamos en un momento en donde todos estamos viviendo el principio del placer. Todo lo queremos rápido y no sabemos esperar.

Los niños de hoy en día están creciendo con muy poca tolerancia a la frustración y muy pocas habilidades para manejar de manera sana las emociones negativas.

 

 

  1. Estrés y sobreocupación

Otra situación notable es que, en muchas escuelas, la formación se está enfocando mucho solo al aprendizaje intelectual y académico (con énfasis incluso en idiomas, tecnología, etc.) pero no de habilidades sociales ni de una verdadera educación física e incluso lúdica (de juego).

Al mismo tiempo, por lo mismo, se están presentando muchos problemas de aparente déficit de atención o de comprensión, pero porque los niños están inquietos, debido a que los queremos tener desde muy chicos sentados, y no se les están respetando sus tiempos de juego y manera natural de aprendizaje.

Los niños se cansan mentalmente, pero no se están cansando físicamente. De ahí que, en las familias, luego las mamás y papás busquen meterlos a muchas actividades vespertinas, debido a tanta energía acumulada del niño.

El resultado es aún peor, ya que, con tanta sobreocupación, tantas clases y actividades formales para los niños, estos están generando niveles de estrés alto en los pequeños.

Se les quiere mantener ocupados fuera de casa, porque en ella no sabemos cómo estar con ellos con actividades constructivas a desarrollar. Se están viendo niños muy sedentarios en casa y en la escuela y que las únicas actividades físicas y de otro tipo de desarrollo se tienen que dar “afuera” saturándolos de “clases” extras.

Los niños necesitan jugar, cansarse y también descansar. Todo eso es parte también de su aprendizaje y desarrollo natural.

 

 

  1. Falta de empatía y habilidades sociales

A los niños actualmente no se les está enseñando regularmente empatía, la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, compartir sus sentimientos, hacer comunidad y grupo.

Cada vez más, se ven niños que empiezan a maltratar a los animales, empiezan a pegar a otros niños, a ser violentos con el lenguaje y que ven estas cosas como normales o nimias.

Además, a muchos niños en la actualidad les cuesta trabajo dimensionar precisamente si un acto fue o es grave o no grave, etc.

Los castigos y disciplina aplicada son muchas veces pocos efectivos, porque no impacta de manera real al niño, no hay una relación directa y clara con la gravedad de los hechos, o porque no se cumplen las advertencias,

Además, los niños cada vez más están expuestos a películas, videojuegos, caricaturas con cierto o mucho nivel de violencia que está cada vez normalizándose. Juegan videojuegos de robos, de matanzas, con la mayor naturalidad y pensando que es algo “cool”. Esto provoca que les cueste, en ocasiones, trabajo distinguir la realidad de la ficción, y la gravedad de los hechos.

Todo esto va ocasionando problemas de interacción social, dificultad para trabajar en equipo, para llevar relaciones con personas de diferentes edades, un aumento del fenómeno del bullying, etc.

 

Conclusión: Estos factores son preocupantes porque indican que podemos estar contribuyendo a la formación de una generación de sociópatas, es decir, personas que muestran poca empatía o remordimiento por sus acciones, que no tienen habilidades correctas para la socialización, con el obvio daño de esto a nuestros niños, a sus futuras parejas, familias, vecinos, ciudadanos, etc.

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