Según explican expertos del campo médico, detectar signos del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en los niños a una edad temprana es crucial para poder proporcionarles el apoyo y la intervención adecuada para un desarrollo pleno.
Reconocer los primeros signos es esencial para actuar con rapidez; algunos signos comunes del autismo infantil se vinculan a dificultades de comunicación social así como la presencia de comportamientos repetitivos e intereses restringidos.
De este modo se explica que niños con autismo a menudo muestran un contacto visual limitado, tienen dificultades para comprender las señales sociales y pueden mostrar dificultades con el lenguaje verbal incluso no enganchando en él.
Asimismo se recomienda estar atento a patrones: movimientos repetitivos, como agitar las manos o mecerse, la concentración intensa en objetos o temas específicos y la resistencia a los cambios de rutinas o apego a rituales específicos.
Investigaciones también indican que las señales de alerta del TEA en menores pueden variar según edad explicando variaciones de los síntomas ya explicados antes de los 12 meses, después de los 12 meses, entre los 18 y 24 meses, mayores de 36 meses y a partir de los 5 años.
Claro está, que aunque informarse del TEA y sus síntomas es imprescindible para observar y detectar la presencia del mismo en un niño o niña, son los especialistas en la salud mental quienes se encargarán de llevar a cabo un proceso profesional de diagnóstico.
Dado que los niños aún se encuentran en un estado de crecimiento, los médicos pueden sugerir administrar pruebas que midan la audición, el habla, el lenguaje, y su nivel de desarrollo a la par de si presenta dificultades sociales y/o de conducta.
Recuerda que detectar el autismo en niños y niñas requiere conocer los signos, observar su comportamiento con paciencia y, de considerarse necesario, someterse a un proceso de evaluación bajo la guía de un profesional.
Con el acompañamiento adecuado, padres, cuidadores y profesionales de la salud pueden influir positivamente en la vida de niños con autismo y garantizar que reciban el apoyo que necesitan para su desarrollo general a lo largo de su vida.