5 consejos para el papá de un hijo con autismo

consejos para padres con niños con autismo

Apoyar a cualquier hijo en su desarrollo es un compromiso gratificante, pero también puede ser emocionalmente desafiante.

Es fundamental recordar que para ser un apoyo efectivo como padre, necesitas cuidar de tu propio bienestar, por lo que tomarte el tiempo para recargar energías, buscar apoyo y cuidar tu salud mental no solo te beneficiará a ti, sino que también fortalecerá tu capacidad para estar presente y compasivo con tu hijo.

Aprendde te comparte 5 tips valiosos que te pueden ayudar a estar para tu hijo(a) en el espectro autista sin descuidar tu bienestar.

1. Cultiva tu educación sobre el autismo

Dedica tiempo a aprender sobre el autismo y sus características.

Comprender las necesidades de tu hijo es el primer paso para brindarle un apoyo efectivo.

2. Establece una comunicación abierta

Habla abiertamente con tu pareja sobre cómo manejar las responsabilidades y los desafíos relacionados con el cuidado de tu hijo con autismo. 

3. Mantén una participación activa

Involúcrate en la terapia y la educación de tu hijo. Dialogo con los especialistas y ve cómo puedes ayudar.

4. No temas a buscar apoyo emocional

Reconoce y valida tus propias emociones. El estrés y la preocupación son normales; busca apoyo emocional para ti cuando sea necesario.

5. Cuida de ti mismo

Prioriza tu salud física y mental. El autocuidado es esencial para ser un padre fuerte y saludable.

Al mantenerte equilibrado y saludable, eres un modelo a seguir valioso para tu hijo, enseñándole la importancia de cuidarse a sí mismo en medio de las responsabilidades y desafíos de la vida a los que se enfrenta.

Recuerda que tu bienestar no es un acto egoísta, sino una parte esencial de ser el mejor apoyo posible para tu hijo con TEA.

¿Tu hijo no está listo para el kínder? Aprendde tiene esta opción para ti

Hijo no está listo para el kínder

La entrada al kínder o preescolar es un momento sumamente importante en la vida de todo niño(a), ya que usualmente marca el inicio de su educación formal. 

Sin embargo, puede que no todos los pequeños(as) estén preparados para empezar la guardería a la edad típica, especialmente aquellos que han sido categorizados como neurodivergentes.

Los niños neurodivergentes, incluidos aquellos que se encuentran dentro del espectro autista o han sido diagnosticados con condiciones como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, dificultades de aprendizaje y otras diferencias cognitivas, pueden presentar retos únicos que requieren atención especializada.

Si tu hijo(a) tiene problemas para despegarse de tí con facilidad, desarrollando su curiosidad, explorando lugares y objetos desconocidos, requiere de supervisión constante, no puede interpretar ni seguir instrucciones o imitar a otros niños y cuenta con problemas para regular sus emociones, el kínder puede esperar.

No obstante, existen alternativas previas a la escuela formal que comprenden que el cerebro de cada niño está conectado de forma única, lo que conduce a diversas fortalezas y desafíos

Aprendde reconoce que la neurodiversidad significa comprender y aceptar que los niños cuentan con diferentes estilos de aprendizaje, preferencias comunicativas y tipos de interacciones sociales. 

Por esto, ofrecemos grupos terapéuticos de atención diferenciada y personalizada en Monterrey, enfocados en el trabajo de las áreas de lenguaje, conducta, sensorial, maduración, aprendizaje y neuromotricidad.

Con grupos pequeños de hasta cinco alumnos, los niños pueden aprender en espacios diseñados especialmente para su aprendizaje y desarrollo.

A partir del 23 de agosto, niños de 2 a 5 años pueden ser parte de este programa, diseñado para ser llevado a cabo de lunes a viernes de 9:00a.m. a 1:00 p.m.

Con las mejores metodologías especializadas para niños con trastornos del neurodesarrollo y problemas de comunicación y con nuevas instalaciones, esta alternativa puede beneficiar a largo plazo la integración de tu hijo(a) a un entorno académico en el futuro.

Además tendremos escuela de padres cada mes, para apoyarte y acompañarte en cada etapa de su desarrollo con el propósito de juntos crear un entorno más integrador y propicio para todos los niños, incluidos los neurodivergentes.

5 conceptos equivocados sobre el autismo

Frases sobre el autismo

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición que suele estar rodeada de mitos y conceptos erróneos sobre cómo se vive y cómo se “tiene que ver”. 

Estos malentendidos perpetúan estereotipos perjudiciales y contribuyen a la marginación de las personas con autismo. 

Por desgracia, muchas frases y expresiones comunes refuerzan involuntariamente estas narrativas perjudiciales. 

Exploremos algunas de estas frases, analizando por qué son perjudiciales y esforcémonos por fomentar una mejor comprensión del autismo.

1. «No pareces autista»

Esta frase aparentemente inocente resta valor a la gran diversidad dentro del espectro autista y su comunidad. 

Hay que recordar que al ser una condición invisible, no hay un aspecto «típico» asociado a ella y, por ende, las personas con autismo proceden de todos los estratos sociales y tienen una amplia gama de capacidades y dificultades. 

Al insinuar que alguien no encaja en el estereotipo del autismo, perpetuamos la idea errónea de que el autismo es un trastorno con una apariencia singular.

2. «Debe tener un alto funcionamiento»

Los términos «alto funcionamiento» y «bajo funcionamiento» se utilizan a menudo para clasificar a las personas con TEA en función de sus capacidades percibidas

Sin embargo, estas etiquetas simplifican la compleja naturaleza de la condición y no captan los puntos fuertes, los retos y las necesidades de las personas con autismo. 

Asimismo, pueden menospreciar la importancia de reconocer y tener en cuenta las distintas capacidades.

3. «No me gusta lidiar con personas autistas, sólo son difíciles«

Atribuir ciertos comportamientos problemáticos de personas con autismo a que son «difíciles» simplifica en exceso las causas subyacentes. 

El autismo puede provocar dificultades en la comunicación social, el procesamiento sensorial y la regulación emocional, que pueden manifestarse como comportamientos atípicos. 

Este tipo de comentarios no sólo desestiman los retos a los que se enfrentan las personas con autismo, sino que perpetúan la falta de comprensión y empatía por parte de gente neurotípica.

4. «Ya se te pasará» o “Si haces x, te puedes curar de tu autismo”

El autismo es un trastorno del desarrollo que dura toda la vida y aunque las personas con TEA pueden desarrollar mecanismos de afrontamiento y adquirir habilidades para desenvolverse en el mundo de forma más eficaz, este sigue siendo parte integrante de su identidad. 

La noción de «superarlo» implica que el autismo es un problema que hay que curar, ignorando los puntos fuertes y las perspectivas únicas que poseen las personas en el espectro. 

Este tipo de frases niegan la necesidad de apoyo y aceptación a lo largo de la vida de una persona y perpetúa el estereotipo de que están “enfermas”.

5. «Las personas con autismo carecen de empatía»

Aunque pueden tener dificultades para expresar y comprender las emociones de forma convencional, las personas con TEA sienten empatía como cualquier persona neurotípica.

Este prejuicio puede surgir debido a la incomprensión de los matices de la interacción social de las personas con autismo. 

Pintar a todas las personas con autismo como carentes de empatía perpetúa la falsa noción de que están emocionalmente desconectadas o son insensibles, lo que contribuye a su marginación y exclusión.

El lenguaje desempeña un papel crucial en la formación de las percepciones sociales, y las frases que utilizamos en relación con el autismo deben considerarse cuidadosamente. Desacreditando y abordando frases perjudiciales, podemos esforzarnos por fomentar una sociedad más inclusiva y comprensiva. Trabajemos para derribar barreras, erradicar estereotipos y celebrar la rica diversidad de la comunidad neurodivergente.

¿Cómo detectar autismo en niños?

Cómo detectar autismo en niños

Según explican expertos del campo médico, detectar signos del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en los niños a una edad temprana es crucial para poder proporcionarles el apoyo y la intervención adecuada para un desarrollo pleno. 

Reconocer los primeros signos es esencial para actuar con rapidez; algunos signos comunes del autismo infantil se vinculan a dificultades de comunicación social así como la presencia de comportamientos repetitivos e intereses restringidos.

De este modo se explica que niños con autismo a menudo muestran un contacto visual limitado, tienen dificultades para comprender las señales sociales y pueden mostrar dificultades con el lenguaje verbal incluso no enganchando en él.

Asimismo se recomienda estar atento a patrones: movimientos repetitivos, como agitar las manos o mecerse, la concentración intensa en objetos o temas específicos y la resistencia a los cambios de rutinas o apego a rituales específicos.

Investigaciones también indican que las señales de alerta del TEA en menores pueden variar según edad explicando variaciones de los síntomas ya explicados antes de los 12 meses, después de los 12 meses, entre los 18 y 24 meses, mayores de 36 meses y a partir de los 5 años.

Claro está, que aunque informarse del TEA y sus síntomas es imprescindible para observar y detectar la presencia del mismo en un niño o niña, son los especialistas en la salud mental quienes se encargarán de llevar a cabo un proceso profesional de diagnóstico.

Dado que los niños aún se encuentran en un estado de crecimiento, los médicos pueden sugerir administrar pruebas que midan la audición, el habla, el lenguaje, y su nivel de desarrollo a la par de si presenta dificultades sociales y/o de conducta.

Recuerda que detectar el autismo en niños y niñas requiere conocer los signos, observar su comportamiento con paciencia y, de considerarse necesario, someterse a un proceso de evaluación bajo la guía de un profesional.

Con el acompañamiento adecuado, padres, cuidadores y profesionales de la salud pueden influir positivamente en la vida de niños con autismo y garantizar que reciban el apoyo que necesitan para su desarrollo general a lo largo de su vida.